El Manco y el Paralítico

De volada está helado.

- -Simón, pero al menos no siento frío del culo para abajo.

- -…

- - Maje, mañana me cambian las vendas.

- - …

- - …

- - Pasemos a la tienda. Tengo ganas de un smoke…

- - Tengo que dejar el smoking.

- - Ya vas de culero… ¿cuántos querés?

- - No sé… ¿un marlboro light?

- - Puta… un rojo te voy a comprar…

- - No, es que ahuevo tengo que dejar de fumar… ¿y si me operan otra vez?

- - Ya te dije… no te van a cortar la otra pierna…

- - Pero ¿y si les agarra por cortarla? El doctor dice que si fumo antes de la operación me voy a joder… u know?

- - Shit! Por la gran puta, homie… ¿No entendés verdad? No te van a operar otra vez; a mí sólo me cortaron una mano después del accidente del tren, lograron salvarme la otra. Igual va a pasar con tu otra pierna. Trust me, man.

- - Simón ahuevo… eso dijiste cuando ibas a manejar a verga… y miranos ahora.

Los dos rompieron en carcajadas, mas el dolor del accidente todavía persistía. Raúl, el manco, sabía que todo había sido su culpa, que muriera la Tatiana, que su hijo estuviera herido y su hermano inválido, José. De peores cosas habían salido, no adelante, simplemente habían salido.

El accidente había ocurrido como a veinte minutos de su casa. Venían todos (incluyendo el hijo de Raúl de dieciséis años) ebrios de un chupadero de la playa. El menos bolo era José, pero Raúl insistió que él aún podía manejar, que los chotas se metieran el alcoholímetro por el culo.

Esa noche estaba muy fría, increíble, una noche helada en El Salvador, parecida a una noche de invierno en Los Ángeles. De las pocas oportunidades para que los salvadoreños sacaran sus chumpas y bufandas. Los dos discapacitados hermanos ya estaban acostumbrados a ese clima, inclusive habían vivido en fríos peores y no necesariamente me refiero a la temperatura. Siguieron su camino, esta vez con sus respectivos cigarrillos…

- - José, todavía no entiendo porqué sólo te gusta salir en la noche. En lo oscuro es más difícil llevar tu silla, además, en lo oscuro cualquier cerote me mete plomo.

- - En la noche también nadie ve nuestros tatuajes… además ¿no decís que esta zona es muy segura?

- - Nada es seguro para un ex dealer cuto… peor si va con su hermano paralítico en una silla de ruedas.

- - ¿Ex?

- - …

- - Deanm, me duele la pierna. ¿Trajiste el toque?

- - Al suave…

- - Ah… es blue cheese ¿verdad?

- - Simón…

- - …

- - …

- - …

- - …

- - …

- - Nunca te odié tanto como ahora…

- - Yo nunca te amé tanto como ahora.

- - ¿Nos complementamos?

- - Ahuevo… yo tengo las piernas y vos los brazos…

- - …

- - Me emputa que la gente se nos quede viendo siempre…

- - Estamos en El Salvador… ¿quién no va a mirar a un negro, cuto, alto y pelón con su brazo tatuado y a un paralítico negro, también, con la cara tatuada?

- - …