Mi señora, ya no llore.
Sé que a usted le pesa el dolor
Mas volará igual que el cóndor,
Por su merced ya hay quien ore.
Dolor sentí, usted lloraba.
Llore necesario, amiga.
Por pobres busque la miga
Del oro pan que da el Abba.
Que usted reirá, prometido.
Que usted disfrutará de luz,
Y su alma viajará en el bus
Después de lo padecido.
Dama, que nada le turbe.
Amor, que nada le espante.
Porque su Dios ya le contó.
Amor de madre, enamoró.
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