La decepción es terrible… y me carcome…
Tan, tan, tan, alto… pero la caída… ¡la caída es terrible!
Es más grande la ilusión del chocolate que lo que dura en la boca del que lo come.
Soñé tan alto y toqué la punta del Everest, sin fijarme que puede que no sea viable.
¡Volar tan alto! ¡Caminé por las calles de Cartagena!
Besé los labios de esa niña hermosa.
Me imaginé con la fama ajena.
La vida me sonrió tan, pero tan, cariñosa.
No le temás a subir…
En cambio, sí temé cuando no estés preparado para bajar.
Es que con la frustración de lo que pudo ser es tan difícil vivir.
… Yo vuelo, vuelo, vuelo… y a falta de avión me hice alas para poder volar.
Pero… quizás… probablemente… la ilusión es buena…
La ilusión de su sonrisa y su piel negra con su panza llena.
La ilusión de los asesinados renacidos siendo parte de la vida, la gran faena.
La ilusión del globo. El globo de mi cabeza tan inflada como la de la ballena.
Es que me vi caminando por las pasarelas de París…
Es que me vi goleando al Barca de Messi…
Es que me vi publicando los poemas en los diarios de mi país…
Es que me vi con mi niña, yo feliz y en su boca un sí…
Es que quiero ir, quiero vivir, quiero ganar…
Y de tanto querer perdí la noción de la realidad.
“Uno pone y lo divino y humanamente irracional dispone”, eso, eso nunca se me ha de olvidar…
Y de tanto volar se pierde la benignidad.
¿Qué hago, si no es soñar?
Soñando me desentiendo de mi vómito.
Soñando me desentiendo de tu ahorcar.
Soñando me imagino con un puesto en tu colchoncito.
Es que soñando soy más alto y bello…
Es que soñando soy más ágil y deportista…
Es que soñando me atrevo a sellar con mi verdadero sello.
Es que soñando pertenezco a la mejor lista.
Daño con mis sueños. Perdón…
Es que soñar es tan delicioso, tan perfecto…
Así: todo es como dicta mi cerebro, pero principalmente mi corazón.
Es que soñando yo soy el que quiera: el loco, el tonto y hasta el recto.
Después de todo “la vida es un sueño”. ¿Verdad, Segismundo?
Soñando soy grande. Soñando vivo y siento lo que yo quiero.
No, la realidad no. La realidad es muy dura, como la imagen del padre moribundo.
Cuando sueño no hay burla…
Cuando sueño no hay injusticia…
Cuando sueño no hay pérdida…
Cuando sueño no hay pobreza…
Y gracias al sueño he sabido lo que es tu abrazo…
Y por el sueño he bailado con todos aplaudiendo…
Y soñando la vi acostada en mi regazo…
Y soñando te vi muriendo, por el fuego te estabas retorciendo…
Disfruto el soñar… la ilusión me alimenta a veces…
El soñar es ser más feliz, más de lo que qerrás…
El soñar me eleva, me hace único, me hace triunfador…
El despertar me recuerda a mi horrible hedor…
Y soñando, soñando nunca veré mi fealdad en el espejo reflector...
Vaya! Hasta que puedo comentar...
ResponderEliminarSi te soy sincera este es el que más me gusta de todos, porque tiene la sutileza que has dejado de lado en la mayoría de los demás y ello no ha sido impedimento para que dejes plasmadas las ideas que parecen desbordar de tu pensamiento...
Bien decían que el papel (y ahora la pantalla) es testigo fiel de aquello que muchas veces en persona no expresamos al mundo...