En un papel encontré este poema…
No hay mayor amor, creo yo, que quien da la vida por un ideal.
Leelo, me dijo…
“¿Cómo puedo yo, con mis habilidades tan humanas?
¿Cómo resumir las gracias que por tu bondad nos son dadas?
Vos me pusiste en el camino, y yo me desvié.
Vos me diste la ruta, y yo me alejé.
Vos me diste el pensamiento, y contra vos lo usé.
Vos me vestiste de luz y resplandor, y yo me opaqué.
Vos me diste el amor, y yo más que a nadie: sólo a mí me amé.
¿Cómo cruce esa línea, mi Jesús?
¿Soy bueno o malo?
¿Qué soy? ¿Tiniebla y Luz?
¿Será que nací claro y me hice oscuro para fracasar?
¿O para luchar y triunfar?
Fuerza Bella, aquella fuerza indescriptible…
Mirá como me llena…
Mirá como me hace sobre querella.
Explotar de la Fuerza.
No he visto en mi vida mayor pureza…
Que se puso abajo,
Después de inmortal, su fuerza nos toma la mano.
Explotar de tu fuerza quisiera.
¡Oh! ¡Cuánto con tu Espíritu yo hiciera!
Explotar de tu Fuerza, mi Dios, explotar quiero...”
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