Caminé hasta la casa
de Valeria
como queriendo y no queriendo.
como todo,
creyendo
en
la
magia
de
un encuentro causal
casual.
Mis piernas decidieron
Adelante
Caminé
Hasta la casa de Valeria
para sentirme onírico
O soy un soñador maleducado
que se arrecuesta
cuando nos besamos
O soy un malsoñador educado
que se atraviesa
todas las colonias
hasta llegar a la amarilla
y
salvadoreña
casa de Valeria
estar enfrente
de la amarilla puerta
y no tocar
por miedo a despertar
a la Abuelita de Valeria
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