Generalmente, trato de mantener este blog lejos de mi vida cotidiana y sólo utilizarlo para espacios donde puedo publicar mis escritos y mis fotografías o reflexionar sobre algo. No obstante, esta mañana me ha pasado algo sumamente increíble. Es cierto, tengo aberración hacia la vida materialista, no obstante, admito que las cosas materiales pueden producir en nosotros alegría, no por lo que son, sino por lo que significan. He recibido un gran regalo. Pasé las dos semanas más increíbles de mi vida en Perú y me enamoré de ese país, conocí gente hermosa con la que todavía hablo. Después de esa estancia en Perú, la ruta de la vida tuvo que continuar y visité otros países (y aprendí a ser turista en "mi propio" y hermoso país). Mas, la arena de Huanchaco, el Pacífico, Los Andes, el desierto, la selva, el río Marañón, Kuélap, Cataratas de Gocta, Utcubamba y cada segundo de esos días están tatuados en mi corazón y nunca los dejaré ir. He recibido unos productos manufacturados de una gran amiga de Arequipa, Perú. Me han hecho tan feliz. No tengo palabras para expresarlo, sonará exagerado, pero cuando te sentís de una tierra, cuando haz echado raíces en un lugar, aunque sea por un segundo, cualquier cosa que sea de ese lugar te alegra. Me parece curioso, como el simple hecho de escuchar un acento de ese lugar puede cambiar tu día. Gracias, Xime.
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