Los malos olores me atrapan y me maldicen
No aguanto la suciedad.
El patio está cagado, miado.
Todo está tan sucio.
En la cochera están trabajando y está todo polvoso, asqueroso.
La sala luce desordenada.
Otro ataque de escalofríos.
Tengo tanto que hacer...
Tengo tanto que limpiar.
Mi perro ladra y ladra.
Mi madre no se calla.
Todos lloran y nadie me escucha.
Todos lloran y nadie me escucha.
Ya no me satisfacen los cigarros.
Fumo, fumo.
Decidí quemarme todo el cuerpo con colillas de cigarro encendido.
Lo hice.
Placer sentí.
Todo está sucio a mi alrededor.
La música estridente no me deja de torturar.
Los niños gritan en la calle.
¡Silencio! ¡silencio!
Tengo tanto que hacer...
tanto que limpiar.
Todo tiene que estar perfecto.
Estoy gordo. Soy raro. Soy diferente
¿Por qué te reís de mí y me criticás tanto?
Las garrapatas me siguen por todo el cuerpo.
Están en mis genitales, en mi ropa.
Están en mis genitales, en mi ropa.
Ahora estoy tirado en el piso polvoso, siendo chupado por miles de garrapatas y las cagadas y miadas del patio depositan su fétido olor sobre mí.
Tengo tango que limpiar....
Fumándome el cien cigarro.
Me he convertido en un neurótico.
Las garrapatas se suben por todo mi cuerpo.
Mis afeminadas manos las apartan con afeminados gestos.
Todos se ríen.
"Soy un neurótico"
Me digo.
Mientras asesino al trabajador que no pinta bien...
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