Emocionado por lo que siempre ha estado ahí
/pero yo nunca había sentido
(visto, palpado, devorado)
No tengo miedo a perderme
Me atrae la inmundicia. El recuerdo. Huele a podredumbre.
Edificios viejos
Con aires de grandeza.
Lujo histórico
perdiéndose entre tumultos de vendedores
sucumbidos ante la cara voraz del capitalismo (¿tiene otra?)
Gritos
Insalubridad
En el parque Simón Bolívar
los marginados se marginan aún más.
La gorda chele, Catedral, me mira con sus ojos apacibles.
Camino como camino
Con caderas, actitud y arte
Sin vergüenza ahora
Listo para devorarme el asfalto
/con mis Panama Jack
La clave para sobrevivir San Salvador,
/es no detenerse
Estudiando los codos cenizos.
No tengo miedo, no me pierdo.
Soy de donde asustan, pero a mí todavía no me han asustado.
Para el salvadoreño, cualquiera puede ser su verdugo
/Así que no te ofendás si te mira con miedo.
Huele a sangre